Soluciones de recarga

La mayoría de los vehículos eléctricos ya cuentan con una autonomía que supera los 250 km / 300 km, autonomía que puede ser suficiente para una gran mayoría de actividades profesionales.

Además, para asegurar la recarga de tus vehículos, podemos gestionar la instalación de los puntos de recarga que necesites en tus instalaciones o domicilio, lo que implicará un ahorro de tiempo para tus empleados al no tener que desplazarse para repostar la recarga. 

 Y para que puedas planificar mejor las paradas de tus rutas, aquí tienes un mapa con los puntos de recarga disponibles: Chargemap o en Eletromaps

Lo aconsejable es recargar un vehículo cuando la batería tenga menos del 40%, y para hacerlo existen tres modalidades de carga: la carga lenta, la carga semirápida y la carga rápida.

La carga lenta (menores a 7,4 kW) es habitual en puntos de recarga vinculados (en hogar o sede), y puede tardar entre 5 y 8 horas en cargar un 80% de la batería. Este tipo de carga es el que nos garantiza un mejor uso de la batería y contribuye a alargar su vida útil, por lo que debemos intentar que sea el tipo de recarga habitual.

La carga semirápida (de 7,4 a 22 kW), es la que encontramos en los puntos de recarga de conveniencia públicos y privados (centros comerciales, garajes, etc.), su tiempo de carga varía entre 1 y 3 horas.

En los puntos de carga rápida y ultrarápida (de 50 a 350 kW), que son los que encontraremos en las estaciones de servicio y electrolineras (la versión eléctrica de las gasolineras), el tiempo se reduce a entre 5 y 30 minutos.

La respuesta es no. La electricidad no saldrá más cara que la gasolina o el diésel, así que los gastos de tu empresa no serán mayores.