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Si estás pensando en conducir un vehículo eléctrico, ya sea para tu movilidad personal como para tu negocio, deberías saber que el renting es actualmente la fórmula más segura para poder hacerlo teniendo todo el control.
Y es que, si el renting flexible es una alternativa de movilidad con numerosas ventajas cuando hablamos de acceder a cualquier tipo de vehículo, cuenta con unas ventajas añadidas en el caso de vehículos eléctricos.
Una forma sencilla de probar la movilidad eléctrica
Si nunca has conducido un vehículo eléctrico, el renting flexible puede ser la solución para probar por un tiempo cómo es conducir un coche eléctrico. Puedes probar si te gusta conducirlo, si su autonomía es suficiente para ti, aprender a cargarlo o conocer cuánto puedes gastar al mes en su recarga. Es una opción perfecta ya que podrás hacer todo esto sin tener que realizar una gran inversión ni atarte a un largo contrato del que luego puedas arrepentirte.
Una fórmula mucho más asequible que comprar un vehículo eléctrico
Actualmente, comprar un vehículo eléctrico supone un alto desembolso. Según los expertos, adquirir un coche eléctrico puede costar entre 6.000 € y 12.000 € más que un vehículo de combustión del mismo segmento que tenga las mismas prestaciones, algo que parece que no va a cambiar, al menos hasta 2026. Sin embargo, con el renting flexible puedes conducir un vehículo eléctrico con todo incluido por una asequible cuota mensual.
Una manera de asegurarte de que tu vehículo eléctrico no se quedará obsoleto
Como los vehículos eléctricos son relativamente nuevos, los fabricantes no dejan de innovar en sus prestaciones y características, lo que hace que lo que hoy es un vehículo de último modelo mañana puede convertirse en un modelo antiguo. Es decir, que si compras un vehículo eléctrico ahora puede que en un par de años ya quieras cambiarlo y hacer frente de nuevo a un gran desembolso. Con el renting flexible, que te permite adaptar tu movilidad a las necesidades que tengas en cada momento, no existe este riesgo.
El mejor modo de controlar tus gastos
Como ocurre con el renting flexible de otro tipo de vehículos, en la cuota mensual están incluidos todos los gastos, desde impuestos, el seguro o el mantenimiento, hasta las reparaciones o servicios añadidos como el vehículo de sustitución. Por eso, eligiendo el renting flexible para pasarte a la movilidad eléctrica te olvidarás de sustos de última hora en tus gastos, además de que, si eres autónomo o empresa y utilizas el vehículo para trabajar, podrás desgravarte la cuota del renting en el IRPF, IS e IVA.
Si quieres cambiarte a la movilidad sostenible y apostar por el renting de vehículos eléctricos, te contamos todo lo que debes saber sobre sus ventajas, funcionamiento, consumo y rentabilidad en nuestra Guía definitiva para conocoer los vehículos eléctricos.
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