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La sociedad española se dirige hacia un modo de vida y consumo más sostenible, algo que también es extensivo para el ámbito de la movilidad. Por eso, los usuarios de vehículos, ya sean particulares o para desplazamientos profesionales, buscan fórmulas que les permitan acceder a vehículos eléctricos, con los que adaptarse a las nuevas normativas en materia de automoción y circulación, así como reducir el impacto medioambiental de su actividad.
Uno de los aspectos que busca favorecer la transición a vehículos de energías alternativas es la aprobación de programas de incentivos desde las Administraciones Públicas. Algo que es clave para que más empresas, profesionales y también particulares apuesten por estos vehículos.
Sin embargo, aún existe un gran desconocimiento sobre qué ayudas hay al alcance de los usuarios, tal como refleja la II Encuesta de Movilidad de Northgate, en la que un 45% afirmó desconocer su existencia. Y de aquellos que sí indicaron conocer las diferentes ayudas, el 43% no sabe qué requisitos hay que cumplir o en qué consisten exactamente.
Por eso, es importante el papel de empresas como Northgate, que en su apuesta por la electrificación de la flota, no sólo asesora a sus clientes sobre las tipologías de vehículos a su alcance, sino que también ha gestionado la solicitud de las diferentes ayudas, siendo adjudicatarias de las mismas, tanto a nivel estatal como autonómico. Gracias a estas subvenciones, se puede acelerar la incorporación de vehículos de energías alternativas y aspectos relacionados con los mismos. Es el caso de la concesión del MOVES II en regiones como Aragón, Andalucía, Asturias, Valencia, Galicia o Castilla León; en este último caso por ejemplo permite la incorporación de 30 vehículos eléctricos a la flota de la compañía gracias al apoyo financiero de la Unión Europea al proyecto de movilidad sostenible de Northgate, cuyo objetivo es fomentar la transición hacia una movilidad sostenible, tanto profesional como personal.
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