El consumo de un coche eléctrico es una de las principales inquietudes de los usuarios al decidirse por este tipo de vehículos. Un motor eléctrico es 100% ecológico, eliminando el uso de combustibles fósiles, lo que reduce significativamente el costo de mantenimiento del coche y disminuye la huella de carbono en el planeta.
A menudo, estamos acostumbrados a calcular el consumo de un coche en función del combustible que necesita para recorrer cien kilómetros o la distancia que podemos cubrir con un litro de combustible. Sin embargo, para conocer el consumo de un coche eléctrico, debemos centrarnos en los kwh.
Es importante destacar que los motores eléctricos varían en eficiencia, lo que significa que algunos motores necesitarán menos electricidad que otros para funcionar de manera óptima. Además, factores como el peso del vehículo, la velocidad del trayecto y el uso de dispositivos como el aire acondicionado también influirán en el consumo promedio de un coche eléctrico.
De manera general, recorrer 100 kilómetros en un modelo estándar requerirá aproximadamente 13 kwh de electricidad. A un precio de aproximadamente 0,10€ por kwh, el costo de recorrer cien kilómetros con un motor eléctrico estándar sería de alrededor de 1,30€, en comparación con los aproximadamente 8,00€ de un vehículo de combustible.
La referencia para este cálculo es un vehículo utilitario de 5 plazas en desplazamientos en carretera, por lo que un vehículo compacto consumirá aún menos kwh. Además, en los trayectos urbanos, el consumo eléctrico suele ser aún menor que en carretera.
Las tasas para determinar el consumo de vehículos eléctricos se calculan de manera similar a las de los vehículos de combustión, con el objetivo de determinar los kwh necesarios para recorrer 100 km o la distancia que se puede cubrir con un solo kwh.
El dato de consumo es fundamental para evaluar la rentabilidad de un vehículo eléctrico, dado que suelen tener un precio inicial más elevado que los vehículos de combustión. Sin embargo, a largo plazo, el gasto en consumo de energía de un coche eléctrico será considerablemente menor, como hemos visto debido a la diferencia de costos entre la electricidad y el combustible.
La eficiencia del motor y el estilo de conducción son dos factores principales que influyen en el consumo de energía de un vehículo eléctrico. Aquí hay algunas pautas para reducir el consumo:
Evita aceleraciones bruscas y exceso de velocidad. Mantener una velocidad constante dentro de los límites establecidos contribuye a un consumo eficiente. Al contrario, la alta velocidad y los cambios bruscos de ritmo van a demandar energía que proviene del motor eléctrico.
Limita el uso del aire acondicionado, ya que consume parte de la energía almacenada en la batería.
Evita conducir con las ventanillas abiertas a altas velocidades, ya que esto puede aumentar significativamente la resistencia aerodinámica y el gasto energético del vehículo.
Practica la frenada regenerativa siempre que sea posible, ya que esta técnica ayuda a reducir el consumo de energía al convertir la energía cinética en electricidad y almacenarla en la batería.
Conduce a bajas revoluciones para disminuir la necesidad eléctrica del vehículo. Evita circular en primera y revolucionar en exceso el motor.
Mantén la carga del vehículo ligera y los neumáticos inflados adecuadamente para reducir el consumo de energía. Las ruedas disponen de una tasa de presión adecuada que nos permite conducir con seguridad y reducir el consumo eléctrico. Además, si evitamos aumentar el peso durante los trayectos también reduciremos la descarga energética.
Otro factor importante a considerar es el precio de la electricidad. A pesar de los aumentos recientes en los precios de la energía eléctrica, aún están significativamente por debajo de los precios de los combustibles fósiles. Esto hace que cargar un coche eléctrico sea mucho más económico que llenar el depósito de un vehículo de combustión.
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